Como liviana hoja
danza el maestro
en huracanados vientos
de pudientes lujos
y humildes penurias:
Enseña en mesas de rústicas maderas
y sobre aquellas de preciosas piedras;
bebe aguapanela, come panes calentados,
le ofrecen frescos jugos importados;
sus manos se cubren de tiza como blanco guante,
se abruma con tecnología de cambio constante;
usa el módico y obsoleto diccionario
e incluye novedoso software visionario;
sus estudiantes visten harapos viejos,
otros prendas que alegran los espejos;
mora entre la protección de escoltas esbeltos
y la multitud de conflictos no resueltos;
labora en escuelitas de tristes bloques
y en universidades con delicados retoques.
Quedan de su vida camaleónica,
llena de contrastes y contextos,
todos sus motivos expuestos:
El acto sublime de enseñar,
su condición humana develada,
el deseo ascendente de aprender.
danza el maestro
en huracanados vientos
de pudientes lujos
y humildes penurias:
Enseña en mesas de rústicas maderas
y sobre aquellas de preciosas piedras;
bebe aguapanela, come panes calentados,
le ofrecen frescos jugos importados;
sus manos se cubren de tiza como blanco guante,
se abruma con tecnología de cambio constante;
usa el módico y obsoleto diccionario
e incluye novedoso software visionario;
sus estudiantes visten harapos viejos,
otros prendas que alegran los espejos;
mora entre la protección de escoltas esbeltos
y la multitud de conflictos no resueltos;
labora en escuelitas de tristes bloques
y en universidades con delicados retoques.
Quedan de su vida camaleónica,
llena de contrastes y contextos,
todos sus motivos expuestos:
El acto sublime de enseñar,
su condición humana develada,
el deseo ascendente de aprender.
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