“Eres el sol,
bombillo eterno de sombríos planetas.
Eres la luna,
imán que aviva
las tranquilas mareas.
Eres la Tierra,
pares y esparces
alegre la vida.
Eres la humanidad,
monarca orgullosa
del reino de la razón.
Eres ese barco
surcando en vastos océanos
para llevar progreso
a las pueblos del mundo.
Eres ese camello
que reta al fuego
del inmenso desierto,
y diriges al forastero
al marcado destino”.
Así dice la gente que soy:
Único, especial, útil y necesario.
Pero me aflijo,
pues anhelo
otros soles,
otras lunas,
otras Tierras,
otras humanidades,
otros barcos,
otros camellos.
Luego corrijo fraternamente:
“No, no soy nada de eso,
soy simplemente soledad”.
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Una acertada elección en la imagen que acompaña el texto
ResponderBorrar¡Muchísimas gracias!
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