Denegado


A Oscar le encantaban las motos pero no le gustaba ponerse el casco porque le aplanaba el cabello.

– Ojalá inventaran alguna maricada pronto – solía decirnos durante las rodadas que hacíamos por el Huila.

Hace unas horas, Oscar recorrió su último kilómetro. Ahora estamos aquí contemplando su pelo largo, engominado y voluminoso...en un ataúd.

--

Comentarios