En la clase de español, la estudiante no sabía si debía poner la tilde. Levantó la mano y le pidió al profesor que se acercara.
―Profe, ¿aquí debo escribir “cáncer de mama” o “mamá”?
El maestro la miró, su mente rebobinando recuerdos. En sus ojos asomaron algunas lágrimas.
―Da lo mismo ―respondió pensando en quien era su progenitora.
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