La penumbra alrededor de la universidad le daba a la competencia nocturna un toque desafiante. Camilo corrió con una determinación voraz, como si a la noche siguiente no tuviera que participar, y llegó en primer lugar. Los demás, menos experimentados, comenzaron a rezagarse. La angustia se dibujó en sus rostros al sentirse cansados y saber que no lo lograrían. Era imposible competir contra las motos. Detuvieron la marcha, resignados, y alzaron las manos mientras los ladrones los despojaban de sus pertenencias.
La penumbra alrededor de la universidad le daba a la competencia nocturna un toque desafiante. Camilo corrió con una determinación voraz, como si a la noche siguiente no tuviera que participar, y llegó en primer lugar. Los demás, menos experimentados, comenzaron a rezagarse. La angustia se dibujó en sus rostros al sentirse cansados y saber que no lo lograrían. Era imposible competir contra las motos. Detuvieron la marcha, resignados, y alzaron las manos mientras los ladrones los despojaban de sus pertenencias.
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