E pe heces


María enfrentó muchas dificultades para conseguir citas con especialistas y, aunque era muy puntual, perdió algunas por problemas de transporte. En la farmacia, después de largas horas de espera, casi nunca tenían sus medicamentos. Todo esto la agotaba y añadía una carga más al peso que ya llevaba en su cuerpo. Cuando llegó su día, las salas estaban llenas y los obstetras, sin agenda. Al final, como ya sabemos, terminó pariendo a su hijo en un pesebre.

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