Crédito imagen Hay instantes, en que sollozo por la carencia de tu abrazo y la imposibilidad de contemplar el candor de tus ojos espejados. Pero no desfallezco, asumo el distanciamiento como un renacer perenne: Un video, una canción, un poema, una invitación, una sonrisa, una emoción. Es una extensa prueba que reta a nuestro grávido río, buscando que erosione desangrado en vergonzosa soledad. ¿Qué aislamiento podrá intimidarnos si la distancia emocional se ufana de aquella física que nos separa? Quizás nuestras existencias necesiten el extremo, las circunstancias presentes, para demostrar la calidad de lo que sentimos, para que nuestra felicidad no sea inherente a la coincidencia del espacio.
Blog de historias cortas y poemas