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Mostrando las entradas de mayo, 2017

Geometric love

Exiliado (soneto XIII)

Abre el portón del hotel parisino, un exiliado que a su patria anhela, en su habitación solloza con pena, hiere el destierro como un asesino. Ausente es de las flamantes miradas, de la esposa y del primogénito hijo, de sus almas que partiendo bendijo, de sublimes pasiones anheladas. Su agonía es cuan desesperación, volver quisiera a la unión permanente, burlar la distancia, bárbaro espanto. Mas impedida es tal restitución: sus miserias son la causa eminente, son sus ojos oceánico llanto.

Padre banco

Era bastante. Una semana sin ver a su primogénito se convertía en una dolorosa agonía porque deseaba poder estar con él todos los días de su vida. Hacía dos meses Arturo visitaba a Josué, su hijo interno en prisión por un crimen que, según su progenitor, no cometió. Y muy seguramente era cierto, pues su aura no denotaba intención alguna de haberlo cometido. Los intentos por liberarlo de aquella ignominia habían sido infructuosos y allí estaba, condenado a 25 años de oscuridad. El sábado era, durante 120 minutos, su único momento feliz, pues nada más alegraba su estado de ánimo que verlo, así él se encontrara en el pozo de la infelicidad.  La fila al exterior del pabellón se perdía en el horizonte pero su alegría crecía proporcionalmente con la cercanía de la entrada. Era una prisión hermosa, amplia y pulcra pero llena de tristeza. Al ingresar, le llamó la atención que los reos poco o nada interactuaban entre sí. Era como si cada quien habitara en una isla donde la comunicación era

Prisoner

Once the eternal wait is entirely consumed, allowed I am to enter the dark cell, where your innocent figure is roomed, suffering the consequences of a spell. In the two hours we are mercifully given, I wipe your falling tears in my shoulder, cursing the guilty who is unforgiven, firmly believing injustice will smolder. For I feel exiled from the daily regard, from those arms that enclose my neck, from that smile you placidly bombard, from the touch of your hand upon my head. What an unjust prisoner you are! no crime has darkened your life! one day the world will realize, outside this prison you deserve to abide. Time is over and next weekend awaits, to be delighted with your intervention, wishing to see you more often like other inmates, in spite of the warden and her evil intention.

Fugitivo

La aguja del velocímetro bordeaba el límite permitido legalmente. A veces pienso que el tiempo es mi mortal adversario, pues es extraña la ocasión en que llego puntualmente a mi sitio de trabajo. Y como de costumbre, Neiva era bañada por la inclemencia del sol. Eran las 16:25 y debía estar a las 16:30 iniciando mi clase de inglés. El semáforo que percibía a la distancia me saludaba con su verde luz, pero la desilusión se apoderó de mí cuando el foco amarillo me hizo una especie de gesto obsceno. Me vi obligado a detenerme. Otro en rojo, qué mala suerte la mía. Miré alrededor, el hospital, los elefantes blancos de la torre materno-infantil y el estadio, la pancarta anunciando la construcción del intercambiador vial, los indigentes, vendedores, malabaristas…la típica escena que nos entretiene mientras la luz verde nos autoriza a continuar nuestro camino. Mientras seguía echándome de enemigo al tiempo, maldiciéndolo porque la espera en esa esquina era eterna, se me acercó un hombre

Primer contacto

Crédito imagen Era aquella de diciembre una noche, en la que cuidábamos la vivienda solitaria, eran mis infantiles sentimientos una fiesta de derroche, y la ansiedad de acariciarte necesaria. Era ajena, fría y oscura tal habitación, donde al son de las cigarras nuestros cuerpos se trenzaron, besando cada poro de tu piel con obsesión, mas olvidando tus labios que indignados me llamaron. Deseosa y estremecida me llevaste a comprender, que tu boca demandaba contacto con la mía, impaciente, excitada y sin un minuto perder, me callaste con tu beso que finalmente las unía. Sentirlos por primera y última vez: Era como si mi corazón en mis labios palpitara, ¿qué magia hiciste con tal sencillez para que la vibración en ellos perdurara? Era aquella de diciembre una mañana, cuando al desayuno me dijiste te ausentabas, y de la extranjera casa te fuiste vil villana, porque a otro hombre tu espíritu inclinabas.

A la española

En el día de su cumpleaños quiero decirle que siempre la he amado…Es usted mi favorita, como aquel primer amor que perdura en la insondable dimensión de la memoria. ¡Cuánto diera por recordar lo que a mis oídos susurraba cuando moraba en el vientre de mi madre! Pues sólo tengo la vaga reminiscencia de aquellas primeras palabras que de usted conocí en el génesis de mi existencia. Usted ha sido esa baquiana que en el devenir de los días me ha acompañado fielmente; partiendo del puerto paterno hacia el mar adentro de mi descendencia. Con usted río, amo, pienso, lloro y me emociono mejor. Ninguna otra logra esto en mí. La amo, por eso la cuido todos los días: la respeto, la embellezco, la adorno, le doy vida digna. Pero por ignorancia también la he maltratado y le pido perdón. Gracias por estar ahí para ayudarme a expresar mi esencia de manera tan sublime. Gracias por contribuir a definir quien soy. Ruego por la perennidad de su excelsa hermosura y ambigüedad.

Elle

A lo largo de la existencia, el ser humano conoce personas con las cuales se empeña en develar primero su alma y no la información trivial que las caracteriza. Esta reflexión necesariamente me transporta unos meses atrás al departamento de la Guajira, cuando viajé como voluntario para enseñar la lengua inglesa a los niños wayuu, aborígenes de la península, cuyas necesidades básicas eran poco satisfechas. Lo primero que me impactó fue el abrazo tierno de la naturaleza. El ambiente era encantador. Me sentía constantemente estimulado por el concierto de las olas, las cuales morían en mis pies mientras recorría la playa, por la brisa inagotable y besucona de mis pómulos, y mis labios resecados por el sol. Los niños wayuu eran verdaderamente especiales, me sentía útil enseñándoles las particularidades del idioma extranjero y parecían disfrutar de la mayoría de las actividades que les proponía. En el primer día, todos los voluntarios fuimos convocados a una reunión con el fin de c