Primer lugar del concurso de crónica "Neiva 411 años" organizado por Neiva Clásica* El estadio “Guillermo Plazas Alcid” ha tenido una existencia dramática llena de momentos agradables y esperanzadores; otros lamentables y vergonzosos. Con ese historial, nadie pensaría que su origen estuvo fundamentado en la solidaridad y la buena voluntad; valores tan escasos en nuestro tiempo. Solidaridad que se materializó un día, por allá en 1964, cuando a los ladrillos les salieron pies, marcharon y se unieron bajo la complacencia del cemento. Hablar del Guillermo Plazas Alcid es revivir las anécdotas de Julio César Burgos Tovar, un saladeño quien con tan sólo 15 años llegó a Neiva en 1958. Siendo huérfano a temprana edad, se hizo cargo de todos sus hermanos menores mientras hacía trabajos de mecánica automotriz. Julio César se instaló en el barrio La Libertad que, para aquel entonces, estaba recién fundado. Era pequeño, alejado del centro y tenía unas pocas casas de bahareque y tejas de
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